Si todavía no conoces la historia de quién inventó los nuggets de pollo, este es el momento de ponerte al día en cuanto a gastronomía, y pasar un rato divertido cono nosotros.
Pues bien, como su nombre indica, “nugget” es un término inglés que significa en su traducción literal, “pepita”. En realidad, consiste en un producto elaborado en base a pollo y rebozado de harina, que en el caso de precocinados Frimesa, se complementa con ingredientes totalmente naturales y tradicionales como el aceite de oliva.
La historia cuenta, que un profesor especialista en el sector de la tecnología de los alimentos, conocido como Robert C. Baker, realizó un trabajo en el que hablaba y describía dicho producto, sin sellar la investigación con una patente que definiera el producto. Su estudio permitió crear nuggets de distintas formas y figuras, aumentando la creatividad del producto.
Posteriormente a finales de los años 70, la reconocida firma McDonald’s encargó realizar una receta exclusiva, que mantuviera los ingredientes típicos de la comida rápida. En este caso, fue Tyson Foods, una de las mayores empresas comercializadoras y procesadoras de pollo de Estados Unidos.
Así con el paso del tiempo, el nugget de pollo se transformó en un icono de fast food, que empezaría a ser visto con malos ojos, por las organizaciones alimentarias contra la obesidad. No obstante, en Frimesa pensamos que el nugget de pollo no es negativo para nuestra salud por sí mismo como alimento, sino que depende en gran medida, de las materias primas que lo componen.
En nuestro caso, tanto la carne picada como el rebozado, están libres de grasas trans y otros ingredientes nocivos, que además de aportar calorías vacías, aumentan el riesgo a padecer otro tipo de enfermedades.
Algo que los caracteriza como peculiaridad, ¡es su pequeño toque de especias aromáticas! Este detalle es difícil de encontrar entre los productos de otras firmas de comida precocinada, que apuesta en primer lugar, por platos estándares y esquemáticos.
Para cocinarlos en su punto, puedes utilizar la freidora de casa o una sartén que tengas a mano, con aceite caliente abundante. Recuerda que reutilizar en muchas ocasiones un mismo aceite para frituras, aumenta la proporción de ácidos grasos saturados, incrementando el perfil calórico del mismo. De vez en cuando, te recomendamos renovarlo periódicamente, ¡y que sea aceite de oliva!
Gracias y Hasta Pronto