Sin duda alguna existe la posibilidad de hacer una sopa en tres minutos, o una paella en diez y sin manchar ni una vajilla ni un mueble en toda la cocina todo esto se debe a las comidas precocinadas, siendo así una idea más que tentadora; pero la prisa no siempre es buena consejera de una alimentación equilibrada y saludable. Lo cierto es que este tipo de productos no son los más indicados, al menos no, para ingerirlos todos los días.
Descubre más sobre la comida precocinada
Las comidas precocinadas no son el más indicado. Aunque sea una verdadera lástima, hay que reconocer que las comidas preparadas no son nutritivas como las que preparamos en nuestra casas, esas que, nos llevan toda una mañana prepararlas. La razón de ello es que generalmente dichos alimentos ya están cocidos, por lo que pierden una gran cantidad de nutrientes.
Además, cada vez que se calientan dejan buena parte de su aporte de vitaminas. Otro de sus inconvenientes presentados es que suelen ser platos muy condimentados y a veces demasiado fuertes, por la cual provocan digestiones pesadas. Por otro lado, contienen más azúcar y sal que los que se realizan en casa, entre otras cosas.
Ventajas y Desventajas
- Ventajas:
De larga conservación, fáciles de preparar y muy variados: La oferta es tan ancha, que nos permite variar sin problemas el menú y además, ofrecen la posibilidad de probar algunos platos referentes a la cocina internacional que, de otro modo, no probaríamos.
Suelen estar compuestos, entre otras cosas, de conservantes, colorantes, etc. En cualquier caso, los agregados tienen determinados beneficios, el mayor tiempo de conservación. Es, precisamente la mayor ventaja que posee: se mantienen en buen estado durante varios meses.
La oferta es cada vez mayor para los alimentos precocinados, para las personas con necesidades especiales:
Los fabricantes de precocinados desde hace apenas tres o cuatro años han incrementado los preparados que van prefijados de etiquetas con denominaciones del tipo “sin colesterol”, “light”, «sin azúcar», Ello ha permitido que personas que en principio no podían tomar los precocinados convencionales por alguno de los componentes específicos, dispongan hoy día de productos especiales obtenidos mediante diversas modificaciones, adaptándolos a las distintas necesidades que las personas presenten.
La comida precocinada nos ahorra tiempo y trabajo, disponibilidad inmediata y cómoda facilidad de preparación. Aunque su precio es razonable, siempre son más elevados que cocinándolos uno mismo. Por lo que respecta a su calidad gastronómica, en comparación con prepararlos nosotros, depende de la calidad del producto, nuestro paladar y las habilidades de que seamos capaces en la cocina.
Congelación y bacterias. Respecto a los congelados, conviene recordar que, como el congelamiento priva la actividad enzimática que los metaboliza, se consigue impedir la utilización del agua que está en los alimentos, lo que a su vez frena el crecimiento de bacterias, ya que éstas necesitan encontrarse en un ambiente húmedo para poder reproducirse. En cualquier caso, es necesario que antes de adquirir estos productos se garantice de cuánto es el tiempo de congelación recomendado ya que a partir de esa fecha, el producto se comienza a estropear.
- Desventajas:
Dificultad de identificación, en cantidad y calidad, de los ingredientes: Por lo general, el consumidor no conoce la composición exacta de la comida precocinada, a diferencia de los que se preparan en casa. Además, existen perceptivas diferencias entre precocinados parientes según la marca comercial; en cuanto al tipo de aceite o grasa de condimento o cocinado (de oliva, es más recomendable) y el equilibrio de otros ingredientes que los componen.
Digestibilidad, contenido de sodio y valor energético:
Otro de los inconvenientes de los alimentos precocinados es que suelen ser platos muy condimentados y a veces demasiado fuertes, por lo que provocan digestiones pesadas. Por otro lado, en general, contienen más azúcar y sal que los que se realizamos nosotros mismos en casa.
El valor energético de estos alimentos suele ser mayor que el de los frescos, por lo que hay que tener demasiado cuidado con los posibles aumentos de peso que podremos presentar. De hecho, muchas personas engordan cuando se independiza, y la razón no es otra que el aumento de consumo de este tipo de alimentos. Por ello, es importante no abusar de su consumo e incluir alimentos frescos en mayor proporción en nuestra dieta alimenticia.
Grasas saturadas y colesterol:
Las grasas saturadas son aquellas que en exceso tienden a aumentar los niveles de colesterol en nuestra sangre son demasiado abundantes en los preparados alimenticios debido, sobre todo, a las salsas, las grasas y otros ingredientes que se emplean la fabricación de los mismos.
Aditivos alimentarios:
Los alimentos precocinados suelen estar compuestos, entre otras cosas, de conservantes, colorantes, etc. Aunque ciertos alimentos frescos también llevan estos tipos de ingredientes, lo hacen en cantidades menores. En cualquier caso, los aditivos alimentarios poseen determinados beneficios, como el mayor tiempo de conservación; ésta es, precisamente, una de sus grandes ventajas:
Se mantienen en perfecto estado durante varios meses siguiendo debidamente las instrucciones del fabricante que trae detallada su etiquetado. Lo cierto es que son menos naturales y pueden producir dificultades digestivas en estómagos no aptos. Además, es difícil controlar la cantidad de sal que comemos, en caso de tenerla limitada, pues se incluye en numerosos aditivos.
Su poder calórico
Si nos preocupa la obesidad, debemos saber que muchos de los alimentos precocinados son platos muy calóricos, pues suelen contener bastantes grasas. Además, frecuentemente son saturadas, con lo que puede aumentar nuestro colesterol.
Con cada uno de los factores ya explicados podremos llevan un control de dichos alimentos ya que los mismo suelen tener un aporte de calorías mayor que los frescos. Si por cuestiones de tiempo no le queda otro remedio, procure comer poca cantidad en cada comida y alternarlos con otros alimentos así llevamos un equilibrio bastante considerable al momento de ingerirlos.
Evitemos a toda costa tomar como habito consumir este tipo de alimentos. Compensa el almuerzo con una cena a base de ingredientes frescos, con una mínima condimentación y con abundantes verduras y frutas.